Hoy te miro y ya no siento nada, las lágrimas se secaron, la herida ya sanó.
No puedo negar que me calaste bien hondo, y que te quise, vamos si te quise..
Pero por lo visto mi amor no era suficiente, yo para ti sólo era un juego, una más del montón, aquella a la que sólo nombrabas con un "ah si, esa"
Yo quise dártelo todo, estaba dispuesta a ir al cielo y robar la estrella más brillante y bonita de la galaxia, estaba incluso dispuesta a darte el mundo entero, pero tú, sin contemplaciones lo rechazaste.
Día tras día, veía como te alejabas, y me dolía.
Recuerdo las mil noches que no dormí pensando en cómo poder ganarme tu amor.
Veía el nombre de una chica en tus estados, pero yo estaba ciega, y creía que yo era la única, la única con la que durante los siguientes años compartirías tu amor, que equivocada estaba.
Tu pretendías que te diera todo sin dar tu nada, y durante un tiempo lo hice, pero se me calló la venda de los ojos, y por fin pude ver como eras realmente, un ser sucio, sin corazón, sin nada que aportar a los demás.
Tú solo cogiste la salida de mi corazón y saliste por ella.
Te quise, te quise mucho, pero con el paso del tiempo mi amor hacia ti se fue esfumando, desapareciendo entre los demás sentimientos.
Creías que siempre estaría ahí como una tonta, lo había hecho siempre, creías que jugarías conmigo siempre que quiseras, como una niño juega con su barbie, porque siempre que te empezara a olvidar me hablarías de nuevo y el amor podría conmigo, pero no contabas con mi gran orgullo, y por ello te confundiste.
Pero siento decirte que el dolor terminó por desaparecer, hasta que ya no eras importante en mi vida.
Siento decirte que ahora para mi, tú eres un chico del montón.
