sábado, 12 de enero de 2013

Te destierro de mi corazón

¿Qué tal se siente al saber que ya no me importas?
¿Que te veo y es como si estuviera viendo alguien que jamás hubiese conocido?
¿que tal te sienta ver que ya no me hacen falta tus caricias?
¿Como te sientes al verme y que yo ni me moleste en mirarte?
Te miro y hoy sólo siento pena, pena de que jamás puedas llegar a saber el verdadero significado del amor, pena de que me tuviste y no me supiste valorar, pena al saber que me echas de menos como yo te lo eché a ti.
¿Pensabas que lo nuestro era eterno? ¿Que mi amor soportaría todos tus engaños?
Ciega, así estaba, trataba de ignorar tus malas contestaciones, trataba de ignorar los comentarios de otras personas para no sufrir, pensaba que tapándome los oídos y cerrando la mente no me enteraría de nada, me tenías engañada.
Pero, ¿sabes que? Conseguí liberarme de las sucias cadenas de tu amor, de tus falsos te quiero, de ti y de todas tus mentiras, aprendí que sin ti puedo vivir, y que nunca llegaste a convertirte en mi todo, conseguí olvidarte¿Creías que jamás lo conseguiría verdad?
Una última pregunta... ¿que tal te sientes al saber que ya no me importas y que quedaste en un mal recuerdo del pasado? 
Adiós.
Con mucho amor: tu ex princesa




martes, 1 de enero de 2013

Heridas que me han hundido y me han levantado.

Prometí no hacerlo, prometí no volver a enamorarme, prometí que no iba a dejar mi corazón en manos de un hombre, que jamás y nunca volvería a permitirme correr el riesgo de que lo rompieran una vez más.
Traté de grabarlo con fuego en mi corazón, pensé que todas las heridas que llevaba en el serían suficientes para hacerle entrar en razón. No, no te enamores le dije una y otra vez.
Y apareció él, y con él surgió una gran guerra, mi cerebro contra mi corazón.
Mil veces intenté dejar de lado al corazón, y centrarme en lo que decía mi cabeza, mil intentos , mil intentos fallidos.
Traté de engañarlo, traté de hacerle entrar en razón, traté de que comprendiera que en el amor siempre se sufre.
Finalmente me volví a dejar llevar por él, volví a caer en el juego de los enamorados, porque por más que luché perdí la guerra, y sinceramente lo agradezco, porque tras tanto sufrimiento y olvido, comprendí que es mejor amar y perder, que nunca haber querido.